La de a devis

No se han preguntado cuando van sentados en el camión por qué las señoras prefieren sentarse hasta delante?

Incluso, si por alguna razón se sentaron atrás y se llega a vaciar un espacio cerca del conductor, hacen lo que sea por llegar al tan anhelado asiento detrás del chofer.

Por el momento tengo varias teorías:

• A las señoras les gusta hablar con el chofer, de lo que sea y eso está bien, mientras no hablen conmigo, que yo no puedo hablar de nada con extraños.
• Las señoras detestan los timbres, les tienen una repulsión, como si tratara de tocar una rata que tocó a Alejandra Guzmán. Por eso necesitan decirle al chofer cuando quiere bajar.
• Están cortas de vista y necesitan ver lo más cerca que se pueda por donde va el camión.
• No quieren caminar.

Después de todo, está bien por las señoras, es muy su farto, pero las personas deben bajarse del camión por atrás.  Personalmente prefiero el asiento que está junto al timbre.

Lo más más pero más feo es cuando se sienta un loco, borracho, senil, impertinente y maloliente junto a ti (imagínese un Dios Eolo). A mi me ha pasado mínimo tres veces y realmente traté de la manera más delicada de terminar aquella conversación (bueno, soliloquio porque yo sólo digo : ajá, si) sobre ranchos, nietos, alcohol o regaderas públicas (que aunque el señor dijo que acababa de visitarlas era imposible creerle).

Yo que sé, lo más probable es que sólo llegue a tener dos lectores a lo mucho este blog y termine en coma ( similar a mi Metroflog).